jueves, agosto 26, 2010

jueves

Que llueve ya te debés haber enterado: me imagino que es lo primero que te dicen a medida que llegan y te saludan los que pudieron irse. Cómo llueve, de qué manera, los ríos, los lagos, el agua marrón, la furia y la angustia y otros lugares comunes. Pero, mientras tanto -siempre mientras tanto-, la vida acá sigue como sigue siempre la vida, incluso después de terremotos y bombardeos y crisis económicas. Hay rutinas que se mantienen, cuestiones cotidianas que marcan los hitos del día, más allá de los acontecimientos magnánimos, como la lluvia, los ríos, los lagos, el agua marrón. Los techos resisten y todavía queda leña y fósforos y comida. Tomo té y me distraigo con pequeñeces, como la gata que descose un almohadón o el potus que avanza sobre la pared o la danza árabe del fuego en la chimenea. Y espero.

1 comentario:

martin k dijo...

impecable chino. un abrazo!