miércoles, noviembre 15, 2006

pequeños momentos

Durante las nueve horas que estoy dentro de la oficina en la empresa del gran grupo, ocasionalmente encuentro momentos de escape –aire, libertad, oxígeno, como se diga–. No es fácil dar con los intersticios, las grietas del sistema, pero si se busca con atención, se encuentra.
Agarrar el celular, guardármelo en el bolsillo de adelante a la izquierda del pantalón, levantarme, caminar hasta el baño, cerrar la puerta, tomar asiento en el inodoro, es uno de aquellos momentos. Combina, en un mismo movimiento, diferentes cuestiones que disfruto: sentarme en el inodoro, jugar a la vivorita en el celular, alejarme por un rato de la computadora, y escuchar esos ruidos lejanos, sordos e irreconocibles –voces opacas, gotas de agua, tacos que caminan por algún pasillo– que siempre se dejan oír en los baños.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Un amigo contaba anoche que cuando no podia más se iba a dormir al baño de la empresa de seguros donde trabajaba y se despertaba con dos medallones rojos marcados en la frente. Yo he estado en el baño llorando, mirandome las uñas, pensando una posible respuesta ingeniosa y mordaz para darle a mi jefe...
nos pasa a todos, aguante chin!!!

Anónimo dijo...

pathetic little life

Anónimo dijo...

yo también tengo mucho baño. lo peor fue una vez que tuve un episodio bañil interrumpido. Pelea con mi jefe, súbita partida al baño,llanto, vuelta a la oficina, segundo round, baño llanto, vuelta etc.