domingo, diciembre 12, 2010

domingo

Hace cinco años no pensábamos en nada porque nuestro hermano estaba muerto y todo era calor, dolor y abrazos, ese tipo de cosas. Viento, nubes espesas y desconcierto. El rosal del camino en flor y la chacra en verano, verde, fresca, linda: tan desubicada como los perros, enredados en cientos de piernas tristes. Sol y una pena infinita: la sensación de que nada más nunca va a ser lo mismo. El dolor que cede y que al rato vuelve, con la fuerza de las olas, de la marea, de todo lo que vuelve. Alguien prende un fuego abajo del nogal y todos lo mantenemos prendido un día, dos días, los que hagan falta. Alguien saca un parlante y suena música y pasan todos los amigos a despedirse: Gomez, Cave y Bowie, que canta Five Years una y otra vez, como un mantra: cinco años, dice, y cada uno hace lo que puede con esos cinco años. Pero ayudan a purgar el vértigo: hace cinco años todo era distinto, dentro de cinco años todo va a ser distinto.
Y lo es.




2 comentarios:

elRaffa dijo...

Lindo. Cinco años cambian todo o no cambian nada, también.

Anónimo dijo...

Chino querido.

Vi las noticias terribles del incendio en El Hoyo. Espero que estén bien.

Un abrazo fuerte y ánimos.

Obelix