Leo chats viejos –de hace un año y medio, un poco más, un poco menos–. Conversaciones vía msn que tuve con mi actual novia; en ese entonces, puro futuro, pura incertidumbre, pero ya el amor estaba en el aire.
Lo que me llama la atención es cómo en esas líneas están prefiguradas ciertas cosas –ciertos tics, ciertos ítems– que ahora vuelven a cada rato. Un viaje por la ruta 40, la posibilidad de vivir juntos, hijos, nietos.
Otra cosa llamativa es cómo sigo –un año más tarde, un poco más, un poco menos– repitiendo comentarios y chistes, ideas y preocupaciones.
2 comentarios:
Afortunado, yo siempre guardo chats que nunca se hacen realidad. Claro que siempre hablo de casas en la playa, una vida sin trabajo y dinero sin esfuerzo. Ya entiendo todo...
Me pasó lo mismo pero al reveés.
Bueno, no es lo mismo entonces.
Ya no queda nada.
Publicar un comentario