jueves, julio 23, 2009

jueves

playas de estacionamiento rutas largas de asfalto negro rascacielos estaciones de servicio pueblos vacíos a la hora de la siesta aeropuertos por la madrugada.

martes, julio 21, 2009

martes

Jugamos contra nuestras propias limitaciones y, sobre todo, contra el viento, que sopla fuerte y trae bocanadas de aire cálido desde el sur. La hostería está vacía y oscura y la montaña negra, que crece vertical a pocos pasos, sumada al atardecer -esa hora de la que hablaba antes y que Sandro alguna vez llamó la hora fatal-, hace que todo se vea aún más amenazador. Hay pocas luces prendidas y se escuchan, lejanos y rítmicos, los hachazos de algún leñador. La pelota verde fluorescente va de un lado al otro. A veces queda atrapada en la red, otras veces sigue de largo hasta el cerco perimetral y allí muere como un fugitivo abatido, otra vez vuela lejos y la miramos rebotar una y otra vez sobre la tierra despareja hasta que queda quieta a pocos centímetros del río, que corre apurado hacia Puelo. El cielo tiene algunas nubes y las montañas del este todavía tienen, en la cumbre, sol rojo que ilumina la nieve. Y la prende fuego. De a poco nos ablandamos. El saque mejora -es una manera de decir-, y devolvemos un par de pelotas sin tener que ir a buscarla ni a la red ni al cerco perimetral ni a pocos centímetros del río y entramos en calor y hasta sudamos. De a poco, también, se hace de noche. Terminemos un set y vamos, decidimos, y en ese momento ya sé que voy a perder.

lunes, julio 20, 2009

lunes (otra vez)




El Bolsón, veinte de julio de dosmilnueve.

lunes

*Juan come helado por primera vez. El sol se asoma por atrás de unas nubes y le dan a la escena un aire místico y mítico. Los cachetes rojos, el blanco de la crema americana, el azul del cielo: una bandera francesa de emociones gastronómicas.
Después se sube a la calesita y se va y vuelve, como Adelita, montado en un Jeep militar.

domingo, julio 19, 2009

domingo

No voté ni vi a Chan Marshall: las dos veces estaba a más de quinientos kilómetros. Milochocientos, por si alguien pregunta. Leí sobre su presentación y escuché sus discos a la distancia. Me acordé de algo que había escrito sobre ella en el fallecido -y fallido- blog de las canciones. Fui a verlo. Estaba fechado diecinueve de julio de hace dos años:

Querida Chan,
Antes que nada, me gustaría decirte que si yo fuese mujer te odiaría. Odiaría tu belleza y tu voz, y odiaría también tus canciones y tus videos y cómo te queda la ropa y el flequillo y tu alcoholismo. Aunque, pensandolo bien, el alcoholismo podría jugar a mi favor.
Por suerte, querida Chan, soy un hombre, un varón, un hijo de Adán.
Por desgracia, querida Chan, vivimos muy lejos el uno del otro como para que nos conozcamos algún día y te invite a tomar una coca light y vos me digas que preferís un Jack Daniels y yo te diga qué casualidad, yo también, y te encienda el cigarrillo mientras vos encendés mi fuego interno.
Por suerte, querida Chan, yo no soy tan cursi como para decirte algo así. Y por desgracia, nunca se hubiese dado esa situación, de todas maneras.

Entonces escuchamos tus canciones y vemos tus videos.
"Lived in Bars", de Cat Power:

sábado, julio 18, 2009

sábado

Atravesamos el pueblo en el auto plateado con la música a todo volumen. Afuera hay viento y gris y esa oscuridad imprecisa que demarca el fin del día o el comienzo de la noche, y que hace que el paisaje se vuelva espectral, amenazante. De frente vienen dos camiones chilenos con sus veinte metros de largo y las luces prendidas. A pesar de la música, los escuchamos pasar y el auto tiembla por unos segundos.
***
Hay días y hay noches en que miro al pueblo con los ojos extrañados de quien pasa por un pueblo fantasma en medio de la ruta en medio de la nada. Este es uno de esos días o de esas noches. Y entonces miro, porque no soy yo quien maneja, a los dos costados de la ruta: a las líneas blancas, a la barranca que cae suave hasta el pueblo, a las calles de tierra que mueren en el asfalto, a los paisanos de sombrero que esperan el momento indicado para cruzar, a los faroles que empiezan a encenderse, que primero titilan una luz blanca y de a poco adquieren el color naranja que iluminará la oscuridad de la noche.
***
Miro el pueblo y sus locales, la estación de servicio desierta, los dos supermercados, la antena roja que se pierde en la nube. Miro las montañas lejanas que encierran el valle en un pozo y le dan algo de sentido al nombre. Miro una catarata de agua blanca y un barrio de casas que fueron iguales y que sólo el paso de los años volvió distintas. Miro la comisaría y el cementerio de autos chocados. Miro una cancha de fútbol vacía y el tendido de cables de alta tensión. Leo los carteles y los afiches de campaña, pegoteados, rotos, aburridos.
***
En menos de lo que dura una canción el pueblo aparece y desaparece.
***
Osvaldo solía preguntarle a sus amigos, entre ellos Padre y Madre, si se daban cuenta de que eran habitantes de un pueblo de esos que uno, si lo atraviesa una noche en auto en medio de un viaje, sólo puede decir: "qué loco, pensar que hay gente que vive acá".

domingo, julio 05, 2009

domingo

Con tal de educar a sus hijos y a sus nietos mi abuelo mató y dejó malheridos a la mayoría de sus amigos. A lo largo de los años, todos y cada uno de ellos sufrieron accidentes tan estúpidos como letales que, por suerte, al menos dejaron sobre la faz de la tierra una lección, una enseñanza. En cada reunión familiar, cuando nosotros íbamos a Buenos Aires o ellos venían para acá, mi abuelo contaba, además de un cuento de Tarzán, la desventura de alguna de sus amistades. Yo tenía un amigo, empezaba, y ya se sabía el final. Uno de ellos perdió un brazo después de sacarlo por la ventana del auto en movimiento. Otro abrió la heladera descalzo y quedó duro en el piso. Otro quedó sin dedos por culpa de un ascensor con reja. Otro murió asfixiado con una bolsa de supermercado. Otro no miró al cruzar la calle. Otro no esperó y después del almuerzo se zambulló de cabeza en la pileta -o en el río o en el lago o en el mar: el escenario de esta muerte solía cambiar según el contexto- y nunca salió a flote. Otro miró mucha televisión. Tus amigos, dijo Jason un mediodía de primavera, son todos unos boludos. Reímos.
Ahora los amigos de mi abuelo mueren de causas menos pedagógicas.

miércoles, julio 01, 2009

miércoles (bis)

autoayuda
Me gustaría ser de esos que tienen una idea y la llevan hasta las últimas consecuencias. Me gustaría ser de esos que tienen ideas. Me gustaría ser de esos que se definen y dicen porque yo soy así, viste, y el resto siempre les tiene algo de bronca, porque nadie debería poder decir, así como así, porque yo soy así, viste. Me gustaría ser de esos que saben qué es lo que quieren. Me gustaría tener enemigos. Me gustaría que alguno de mis enemigos una tarde de sol me cague a piñas y después tener que devolversela, y para eso buscarlo y encontrarlo una noche en alguna esquina oscura, apenas iluminada por un farol al que le faltan varios foquitos y acercarme por la espalda y darle tiempo a darse vuelta y decirle soy yo, te acordás de mí, tenemos una cuenta pendiente. Algo así. Me gustaría ser de esos que tienen un hobby. Me gustaría ser de esos que saben qué es lo que les gusta. Me gustaría ser de esos que tienen un proyecto y lo llevan a cabo. Me gustaría ser de esos que tienen un proyecto y lo llevan a cabo y el proyecto es una cosa así como sacar una foto por día de un muñeco de nieve que se derrite en el jardín hasta ser una mancha de barro en la que sobresale una zanahoria enmohecida y dos botones, o escribir un diario, o poner una canción por día en un lugar para que alguien la escuche. Me gustaría ser de esos que tienen una marca de mayonesa favorita y sólo pueden comer esa marca. Me gustaría ser de esos a los que les gusta la mayonesa.
***
Mientras tanto, llega el spam: "Lo tenés tan chiquito que necesitás mentir: no había agua caliente en la ducha". Otro: "Parecen que a Brad Pitt lo vieron con Lindsay Lohan en Los Angeles". Otro: "Meg Ryan tira un premio importante a la basura". Otro: "El envenenamiento de comida sucede en cualquier lado". Otro: "Bush y Putin coincidieron en volver a comenzar con la guerra fría durante el encuentro del G8". Otro: "Belleza refinada o accesorios clásicos: ahí yace la paradoja". Otro: "Agrandá tu humanidad: no vas a ser el mismo después de consumir nuestro suplemento". Otro: "Chenney visita Afganistán. Les dispara en la cara". Otro: "¿Ir de shopping te parece mejor que el sexo? Otro: "El blooper en bikini de Jessica Alba". Otro: "Hay sospechas sobre la salud de McCain". Otro: "Maquillá tu carrera con un nuevo título: no te costará nada". Otro: "Osama entrena cabras para bombardeo táctico". Otro: "Ataque de tiburones en Australia: dos muertos". Otro: "Hay un chico que come una rata por día".

miércoles

Tienen razón los que dicen
que mejor que decir
es hacer.