*Un viernes, hace cuatro semanas, salíamos para el sur en bondi. A las cinco y algo de la tarde me escapaba raudo del trabajo, me despedía de mis compañeros y de mi jefa, con la sonrisa apenas disimulada. Hacía calor, recuerdo, y en mi cabeza daban vueltas todas las cosas que seguro me estaba olvidando, además del vértigo de la renuncia, de irme un mes, de no saber bien a dónde. En el correo la gente se agolpaba sobre el mostrador. Después de algunos cálculos decreté que la renuncia sería el lunes, desde donde fuera que estuviera, o no sería. Y la renuncia fue, y fue en la sucursal esquel del correo argentino, a las 9.16 de la mañana del lunes doce de marzo.
*Ahora entra sol y algo de viento por la ventana del living, lu escucha la radio en el cuarto y agente cooper, el gato, da vueltas por la casa mientras huele extrañado nuestras cosas que se amontonan en la mesa, y también a nosotros que seguramente olemos extraño, después de un mes de ausencia.
3 comentarios:
Te extrañamos enormemente.
qué buen viaje, willies !
bienllegados, nunca vueltos
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