ayer a la noche
antes de dormirme
vi en la tele la despedida
que varios australianos
le dieron a steve irwin,
el cazador de cocodrilos
mientras lu se dormía
y antes de arremeter
con el control remoto
un zapping frenético
vi lo que me dio más pena
más pena incluso que su
hijita leyéndole una carta
o un amigo un poema,
o justin timberlake
lamentándose, de paso
por australia.
fue el momento en
el que dijeron que
su camioneta iba a hacer
su último viaje.
y comenzaron a vaciarla
y sacaron su tabla de surf
y su heladerita de telgopor
sus patas de rana,
la caña de pescar,
y la caja de la camioneta
quedó vacía
y ahí casi me emociono
o mejor dicho me emocioné
y casi lagrimeo.
y la desperté a lu.
me costaba disimular
el tremendo nudo
que tenía en la garganta.
y me pregunté qué
fue lo que me dio tanta pena
y me respondí
que no sé.
pero ahora estoy seguro
que fue la sensación esa
del último viaje de algo,
del último paseo,
de la última imagen
de lo que se termina
y estuvo bueno,
como stevie
el cazador de cocodrilos
2 comentarios:
como desmantelar la casa de la abuela...algo así.
Como vender el auto de toda tu vida.
Lo entregas, limpias la gauntera, sacas los casstettes, te llevas el llavero y te vas caminando.
Kub.
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