Decía, llegué y la casa está casi vacía, oscura, calentita. Puse un disco, el último de Gomez, una banda que me cae muy bien y llena mis tímpanos de recuerdos. Decía, entonces, la casa sola, el gato, la música, el calorcito.
domingo, mayo 07, 2006
cuarto b de bueno
Llegué recién de por allá. L. todavía está en su fiesta y la casa esta sola. Bah, sola no, está Agente Cooper, que quiere chupar brazo más que nunca, y se sube a mis piernas mientras tecleo. Está grande el gato, largo, rallado –de rayas naranjas y de locura-, e inquieto. Igual lo seguimos queriendo mucho, a pesar de las despertadas a las ocho y media, a pesar de las mordidas, de su compulsión a chupar, a pesar de todo. Ya está encima de mí, o mío, no sé, otra vez.
Decía, llegué y la casa está casi vacía, oscura, calentita. Puse un disco, el último de Gomez, una banda que me cae muy bien y llena mis tímpanos de recuerdos. Decía, entonces, la casa sola, el gato, la música, el calorcito.
Decía, llegué y la casa está casi vacía, oscura, calentita. Puse un disco, el último de Gomez, una banda que me cae muy bien y llena mis tímpanos de recuerdos. Decía, entonces, la casa sola, el gato, la música, el calorcito.
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2 comentarios:
cómo es esto?
te quiero
no, ahora te odio porque me viste.
espiador
otro comentario
por culpa de cooper tuvimos que abrir la ventana. ahora cooper quiere tirarse por la ventana.
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