Así fueron la mayoría de los veranos desde que tengo memoria. Río, fútbol, los parlantes sobre la vereda y de ellos emanando diferentes músicas, según la hora del día, según el año, según el ánimo.
No nos bañábamos mucho en bolas, es cierto, pero la última zambullida del día, esa en la que el sol ya se fue y con él el calor, casi siempre era
luna llena. No había muchas chicas que alteraran nuestra timidez, ni tampoco muchos adultos.
Río Epuyen, ahí voy.
2 comentarios:
es buenisima la foto!
lindos culos , les entro
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