viernes, diciembre 29, 2006

salvo ver películas

El refrán podría rezar: más malo que película de bondi. Pero, de todas maneras, las queremos.
Gracias a los largos y tantos kilómetros que hay hasta el sur, he podido ver gemas del séptimo arte como swordfish, candyman, una con kevin costner que juega al béisbol, otra con kevin costner que entrena chicas para un equipo (muy especial) de béisbol, otra con kevin costner que tiene branquias, varias de steven segal, algunas de harry potter, y muchas muchas, pero muchas, de las que ya no me acuerdo ni el nombre ni de qué se trataban.
Todo esto para decir que en el viaje de ida –de venida–, ahora, hace escasas horas, pusieron "un papá con pocas pulgas". Todo tiene un límite, mi viejo.

viernes, diciembre 22, 2006

ebenezer

En casi todos los pueblos del interior existe una mercería, una empresa de remises, una tienda de abarrotes, una dependencia, un algo, lo que sea, que lleva el nombre "eben ezer" o "ebenezer" -todo junto-.
Siempre estuve convencido de que era por ebenezer scrooge, el señor burns de c. dickens.
El otro día, de paso por glew -sí, glew-, leí "eben ezer" en el techo de una carnicería y tomé nota mental: averiguar qué o quién garcha es ebenezer.
Hoy, aburrido en el trabajo, guglié, y los resultados son los siguientes:
existen aproximadamente 3.750.000 de páginas que contienen la palabra ebenezer. La inmensa mayoría de las páginas remite a iglesias evangelistas latinoamericanas y del resto del mundo.
Por lo tanto, es más posible que el nombre sea por alguna cuestión religiosa que por aquel personaje literario.
Listo, nada más.

jueves, diciembre 21, 2006

el nido


Así se ve el nido del pajarito cartonero desde arriba. Si se fijan bien, podrán observar los papeles, los plastiquitos y objetos varios.
No tenemos muchas noticias del gorrión -llamémoslo por su nombre-, pero el nido, como el sol, siempre está.

jueves, diciembre 14, 2006

extraño

No tengo ningún amigo hincha de estudiantes.

martes, diciembre 12, 2006

hoy

hace un año
andrea me llamó
a casa.
estaba saliendo
para llegás.

jueves, diciembre 07, 2006

tener un clon

*En el bue, hace ya más de un mes, estaba charlando en esos intervalos que se generan entre recitales. De repente, una mano se posa en mi hombro y me abraza. peter, me dice. Hasta que me mira mejor y se da cuenta de que no soy peter, pero me parezco.

*Ayer, en una fiesta, estoy tomando una cerveza mirando para el escenario. Una chica me habla desde atrás. Pedro, me dice. Y me doy vuelta, y se da cuenta. No sos pedro.
Con ocho segundos me alcanza para armar una cadena mental –es decir: me acuerdo del episodio peter en el bue– y le digo: pará, ¿quién es pedro? Porque hace un tiempo ya me dijeron peter.
Pedro, peter, es un chico idéntico a vos. Estudia letras. Son muy parecidos, es impresionante.

*Si alguna vez algún peter, pedro, que estudia letras pasa por acá, bueno, el que esto firma, dicen, se parece a vos.

miércoles, diciembre 06, 2006

like a bird on a wire

Finalmente, cuando nos habíamos decidido arrancar de cuajo el nido, preservando de esta manera la integridad física de agente cooper, el gato, no va el pajarito cartonero y pone un huevo.
Blanco, ínfimo, ovalado, descansa al fondo del hogar de pasto y orégano y papeles y algodones.
Ahora, para abrir la ventana, vamos a tener que esperar no sé cuánto tiempo.
Sé que es un gorrión (Passer domesticus). Pero todavía no sé cuánto dura la gestación del embrión en el huevo, ni cuánto tiempo pasa desde que la cría nace y puede volar.

Igual me gusta la idea de tener nuestro propio discovery channel en la ventana.

martes, diciembre 05, 2006

caribe sur

Estaba a media cuadra de entrar a la gran empresa. Caminaba con los auriculares enormes y mirando el piso, a paso firme y apurado, cuando, entre bob dylan y las bocinas, escuché que alguien gritaba mi nombre, o más bien mi sobrenombre.
Tardé un rato en darme cuenta quién era el que me llamaba, pero al rato lo reconocí: era franchi, y el saludo fue efusivo. En siete minutos me contó todo: por qué, cuándo, cómo y qué hacía en el barrio de villa urquiza.
Resumiendo y contextualizando –a grandes rasgos, como en todo resumen; arbitrariamente, como en toda contextualización–, cuento que franchi era un chabón de lago puelo, con un carisma innegable, aunque a mí no me terminaba de cerrar. Tenía grandes facilidades para los instrumentos y el canto; era correcto y educado, y galante con las chicas. Tan correcto y educado, y tan galante con las chicas que terminaba cansando. Fue compañero mío un año en la secundaria, justo el año en que su padre fue profesor nuestro en la materia instalaciones, que parece artístico y jugado –diego bianchi ¡oh!, marta minujín ¡oh bis!–, pero nos enseñaban a poner inodoros y a conectar circuitos eléctricos. Glamour, cero, vida real, uno.
Franchi, entonces, me cuenta apurado que estuvo en la plata estudiando, pero que se cansó; que está tocando con un par de bandas, y que ahora, en minutos nomás, está por entrar a un casting que busca cantante para cruceros.
-Zarpado -le digo.
-Sí, está bueno. Pagan una buena guita y encima doy vueltas por el caribe.
-Cierra por donde lo mires.
-¿Sabés dónde hay una estación de servicio?
-Por allá hay una shell.
-Me estoy re meando.
-Bueno, che, que te vaya bien.
-Sí, te imaginás...
Sí, me imagino, le digo al aire, mientras entro y saludo a gastón, el de seguridad, que a esta altura ya me saluda, y me pierdo por entre pasillos inexplorados del edificio que cobija a la gran empresa del gran grupo.

un pájaro en la ventana

el pajarito cartonero
hizo un nido
en la ventana.
ni siquiera en el balcón
o en la terraza
de mi casa
que no tengo:
en la ventana

decía, el pajarito cartonero
hizo un nido
con pastos,
ramas de orégano,
algodón y papeles
que encontró
más rápido que los pastos
y las ramas de orégano.

ahora tenemos una
decisión que no es facil:
arrancar el nido de cuajo,
tirar al tacho
sus papeles y pastos
sus algodones y sus oréganos
o que el gato,
agente cooper,
se tiré desde el cuarto piso
hacia el abismo,
mientras caza,
furtivo,
al pajarito cartonero.

lo que se dice estar mal

El golf busca darle la única alegría del año al deporte argentino.
En una temporada sin títulos del fútbol, básquet, hockey y voley, la esperanza está depositada en el palo y la pelota.

Vos decís?